La soledad de los démones

 La place Vendôme d'antan
La place Vendôme d’antan

Se consideraba que los daimónia vivían en lugares desiertos (a una ciudad en ruinas se le llama «morada de démones» en Apocalipsis 18, 2). La idea que subyace a esta expresión parece ser la siguiente: después de que una ciudad ha sido destruida por un enemigo y sus habitantes asesinados o arrastrados a la esclavitud, solamente los antiguos dioses de la comunidad —degradados a la categoría de démones— permanecen en sus ruinas. Están organizados bajo el mando de Beelzebub o Beelzebul (Lucas 11, 15, 18-19), nombre que deriva probablemente de Baal, el dios principal de los filisteos. El nombre en sí podría significar «señor de las moscas» o «señor de la inmundicia», pero el hecho de que Beelzebul (o Beelzebub) sea el príncipe de los démones, desde un punto de vista hebreo, muestra claramente que el dios supremo de una cultura se ha convertido en el Satán de otra cultura hostil y que sus dioses subordinados han sido degradados.

Arcana Mundi. Magia y ciencias ocultas en el mundo griego y romano
Georg Luck