Miedos variados

El ave monstruosa de Barcelona

No puedo más que mostrar mi extrañeza ante este inusual hecho: la noche del 28 de mayo de 1990, algunos vecinos del barrio de Les Corts nos despertamos ante los insoportables graznidos de un ave; no un ave cualquiera. Nuestro estupor fue inmenso al salir al balcón y ver una silueta negra de grandes dimensiones. Quizás debería medir entre tres y cinco metros y no exagero. Numerosos fueron los vecinos que la vieron y numerosos, también, los comentarios al día siguiente. Suponemos que, en otros barrios, otras personas debieron de verla. ¿Qué era? Y lo que es más extraño: ¿por qué no ha aparecido ninguna noticia en la prensa?

Esta carta al director, publicada el 10 de junio de 1990 en La Vanguardia es el origen de la serpiente alada del verano de Barcelona. Seguir las andanzas en la prensa de los vuelos del bicho es escuchar las tensiones en la ciudad. Muchas de estas cartas al director y comentarios fueron recopilados en este post ¡Barcelona bajo el terror del monstruo!.

El ave gigante de Barcelona es uno de los críptidos recopilados en el inktober que el ilustrador y escritor Javier Prado dedicó a la España Criptozoológica.

Con estos datos, y a raíz de los bestiarios medievales consultados, puede concluirse, citando el Bestiaire sculpté de Debidour, que «cualquier animal es para el hombre el signo vivo de todo aquello que se le escapa y de lo que conquista, de su limitación y su dominio, testigo humillante y exaltante de lo que puede ser el hombre». Así pues -y no profundizaremos demasiado- el buitre gigante podía ser al mismo tiempo un espacio zoológico de libertad todavía sin domesticar y una seria advertencia sobre una futura generación de polluelos radioactivos, palomas mutantes y gigantes carroñeros.
Como ocurriera en la Edad Media con las bestias del Physiologus, obra atribuida a los gnósticos, la absurda concepción del buitre catalán -hasta diez metros de tamaño- no pareció sorprender a sus ciudadanos, como si en él se proyectaran vicios y defectos humanos. En este reflejo nocturno, parafraseando a Ignacio Malacheverria, se reflejaría «el temor ancestral a lo desconocido, al peligro de todo tipo encarnado en la bestia multiforme, a la locura y a la muerte»
Leyendas Urbanas, Antonio Ortí y Josep Sempere

Kiricocho

Kiricocho o quiricocho «originada en el Estudiantes de Carlos Bilardo a comienzos de la década del 80, y exportada años más tarde por los usos y costumbres de futbolistas argentinos desperdigados por el mundo, Quiricocho es una expresión que se utiliza para desearle mala suerte al rival: inmuniza contra la desgracia propia y provoca el infortunio ajeno.» – El origen revelado de Quiricocho: cómo surgió la palabra más “mufa” del fútbol argentino (y mundial)

Lo curioso es la extensión de esta palabra por el fútbol mundial debido a los jugadores argentinos. El jugador español Joan Capdevilla reconoce haber recurrido a ella en la final contra Holanda del Mundial de Sudáfrica del 2010 al aprenderla en el Villareal del asistente del entrenador Manuel Pellegrini, el argentino Rubén Cousillas.

Recuerdo que existían expresiones similares en el fútbol de barrio, especialmente cuando el rival iba a tirar un penalti. A diferencia de la popularidad de esta palabra se tenía como un secreto que se murmuraba procurando que el equipo contrario no la oyera.

Aún no apareció «La casa del horror»

Sigue sin aparecer una copia de Londrés después de medianoche (Tod Browning, 1927), en España se tituló La casa del horror. En este artículo Javier Cavanilles contaba que en 2023 la película pasaba al dominio público en los EEUU y se decía que aparecería el coleccionista que tenía la última copia y podría negociar con ella a su antojo… pero es otra de las muchas leyendas de la película. Lean algunas de ellas en «Londres después de medianoche» ya es de dominio público: ¿se acabó la leyenda?.

Anuncio en un periódico de A Coruña de «La casa del horror» (El Noroeste, 28 de octubre de 1930)

La autoestopista diabólica

En un artículo publicado en el El Correo gallego el 30 de septiembre de 1955 titulado Desde Roma: 17.000 turistas de «auto-stop» han visitado la península desde el mes de abril se analizaba los inconvenientes de los viajeros y viajeras que visitaban Italia haciendo auto-stop y los problemas que estaban ocasionando. Entre esos peligros estaba la guapa autoestopista que drogaba al conductor para robarle:

Se han dado varios casos de señoritas «auto-stopistas» que han agredido, narcotizado y cometido otras fechorías contra sus confiados «anfitriones». Esta es la noticia que desea el director del periódico sensacionalista: el hombre que ha mordido al perro. Se comprende, sin embargo, que tales feroces muchachas no eran verdaderas turistas, pero al no poderlas distinguir a simple vista, las «medidas de seguridad» se extenderán contra todos los que practican el «auto-stop».
SERES DIABÓLICOS
Que no es fácil reconocer a una aventurera puede asegurarlo el señor Giuseppe Renzi, comerciante milanés que los primeros de septiembre pasado acogió en su automóvil a una señorita extranjera. «Era una joven de aspecto muy tímido -ha dicho el señor Rienzi-. Después de varios kilómetros de marcha, me ofreció un cigarrillo que me produjo un gran mareo. Cuando se me pasó aquella sensación de borrachera, había desaparecido la señorita con… mi cartera». La Prensa dió la noticia con este y otros títulos parecidos. «Bajo un dulce semblante un ser diabólico». El incidente es cómico. Que nos perdone el señor Renzi tal opinión. Otros episodios mucho más graves, y no referibles, son los que han determinado una violenta campaña contra el «auto-stop». En el fácil deporte de parar coches levantando un dedo no siempre han salido maltrechos los automovilistas.

Los grandes felinos ingleses

Cada cierto tiempo me paso por las búsquedas sobre la existencia de grandes felinos en el Reino Unido. Defensores y detractores de discuten sobre ello durante décadas, en los últimos años los teléfonos móviles podían aportar pruebas pero las imágenes conseguidas muestran videos y fotos desenfocadas y de baja resolución que no dan una imagen real del animal que en ocasiones resultaron ser gatos domésticos de tamaño normal. Mientras que quienes dudan de su existencia indican que nunca se ha encontrado los restos de un animal de ese tipo.

Una de las explicaciones que se han dado para explicar por qué vemos felinos donde no los hay es que tenemos un miedo atávico hacia estos animales y preferimos los falsos positivos a no captarlos con la suficiente antelación. De todas formas los felinos que están donde no deben forma parte de una tradición de relatos que nos llega desde muy antiguo:

[…] en algunas crónicas bizantinas fechadas entre los siglos VI y VII se lee que el emperador romano Decio (249-251) habría ideado una solución muy original para defender los confines sudorientales del Imperio. Después de haber importado de África leones y leonas, los liberó a lo largo del «limes», la frontera. que se extendía desde la ciudad de Circesio (la actual Deir ez-Zor, en Siria) hasta Palestina y Arabia: la intención era que se multiplicaran e hicieran de barrera contra los bárbaros sarracenos y sus correrías. Del mismo modo, el emperador se procuró «espantosos reptiles venenosos de ambos sexos» del desierto libio y los libero en os confines meridionales de Egipto, al sur de Siene (Asuán), para que obstaculizaran ls incursiones de los bárbaros locales.
Mitos errantes – Tommaso Braccini

Recientemente en una granja de Cumbria se recogió una muestra de ADN de un animal que coincide con un leopardo o jaguar así que la historia está lejos de morir.

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